• ANTECEDENTES FAMILIARES

    Los antecedentes de que sus padres padezcan de asma y/o de rinitis alérgica o de que sean fumadores, del empleo parcial o total de fórmulas lácteas durante su lactancia, de la introducción de otros alimentos antes de los seis meses, de la convivencia con animales dentro de la casa, entre otros, son factores que predisponen al niño a desarrollar rinitis alérgica en forma temprana.

    La presencia inicial de Rinitis alérgica es una condición que en el niño no debe ser subestimada, ya que el riesgo de que posteriormente desarrolle asma, es real y elevado. La presencia de obstrucción y de prurito nasal en forma crónica interfiere con su calidad de vida. También, al impedir su satisfactorio descanso nocturno, esta enfermedad suele acompañarse de cansancio y de somnolencia durante el día, de restricciones en sus actividades físicas y de alteración en sus ámbitos psicológico y social, al que suele añadirse la disminución de su rendimiento escolar.

    La rinitis alérgica es una enfermedad que puede complicarse con Sinusitis (moco verde o amarillo, dolor de cabeza, mal aliento y tos persistente de predominio nocturno), con Otitis media crónica y en el 53% de ellos asociarse con disminución de la audición. Con conjuntivitis alérgica (ojos rojos, lagrimeo y comezón ocular recurrente), con trastornos del sueño (ronquido al dormir, sueño intranquilo y apnea del sueño); con Asma Bronquial hasta en el 50% de los casos, con Dermatitis atópica hasta en un 50%, con deformidades dentarias y faciales como la protrusión del maxilar inferior y alteraciones de la simetría del rostro; con pobre calidad de vida, bajo rendimiento escolar, poca tolerancia en las relaciones interpersonales, falta de concentración y cansancio. Por sí sola y con sus complicaciones acompañantes, es una de las enfermedades que ocasionan un mayor deterioro de la calidad de vida.

    El diagnóstico se hace con la historia clínica, al considerar sus antecedentes de alergia en familiares cercanos, los síntomas característicos y una buena exploración física que incluya los ojos, la nariz, los oídos, la garganta, el tórax y la piel. Por el hecho de que las enfermedades alérgicas son de origen multifactorial, para su tratamiento deben tomarse en cuenta las siguientes consideraciones:

    1.- Control del medio ambiente, enfocado a evitar las causas de su alergia.

    2.- Tratamiento con medicamentos sintomáticos y preventivos, tales como aerosoles nasales antiinflamatorios, antileucotrienos orales, antihistamínicos orales o locales, descongestivos nasales y antibióticos en caso de complicaciones infecciosas.

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